COMENTARIO EXHAUSTIVO DE TODA LA
BIBLIA Prof.J.A.GALVA
Editorial Perspectiva Cristiana ®
2013.
Ninguna parte de esta obra puede
reproducida total o parcialmente sin permiso de los editores exceptuando citas
breves.
Génesis 1
1. En el principio creó Dios los cielos
y la tierra.
2. Y la tierra estaba desordenada y
vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios
se movía sobre la faz de las aguas.
PROPOSITO DE LA FRASE
Cuando la Biblia habla del principio, heb.
bara,
se refiere al principio de la creación del cosmos. Es difícil establecer si
este principio hace referencia solo a las cosas físicas y visibles o si también
hace referencia a la creación de los seres del orden angélico
(Job 38:4), parece sugerir que los ángeles ya habían sido creados cuando el
orden planetario estaba en proceso de formación, la referencia es algo oscura,
pero la designación estrellas, luminares o lumbreras es muy habitual en
referencia a los ángeles y el (vr 7).
esp. articulado en un evidente paralelismo sinónimo sugiere esto en la combinación estrellas del alba-hijos de Dios. La
expresión: los cielos y la tierra
puede funcionar como una expresión sintética para hacer referencia a todo el
orden creado, esto es el ámbito de lo celestial y la esfera terrenal. También
es de notar el hecho de que esta cita apoyaría de alguna manera una creación
que no habría podido llevarse a cabo en días literales de 24 horas.
VIDA APARTE DE LA
TIERRA
Precisamente a partir de esta expresión: los cielos y la tierra puede
argumentarse en contra de la posibilidad de vida física fuera del ámbito
terrestre. Lo único que Dios hizo en la creación fue el cielo, y allí solo habitan seres espirituales
equipados para una vida en perfección (I Co. 15:50). El texto no hace mención de algún otro receptáculo
de vida humana o parecida. Igualmente ninguna parte de la Biblia ni de la tradición judeo-cristiana jamás especula siquiera con
la posibilidad de vida física. Fuera del ámbito terrestre. Igualmente toda la
evidencia científica disponible hasta el presente apoya decisivamente la no
existencia de vida fuera de la tierra, lo cual resulta en un testimonio
incontestable a favor de la veracidad de la
Palabra de Dios. Cientos de miles de estrellas y planetas han sido examinados y
aun continúan siendo investigados, millonarios programas de escucha espacial y
telescopios tan potentes como el Hubble después de muchos
años de observación solo han confirmado la bastedad del cosmos (Gn. 15:5) y la realidad de la sucinta declaración bíblica que
restringe la vida física al escenario terrestre. Otro argumento a considerar es
de tipo teológico, pues el autor de hebreos sugiere que, si el sacrificio de Cristo no hubiera
sido suficiente habría tenido que sacrificarse ininterrumpidamente por los pecadores y que su sacrificio
es único e irrepetible. Esto por extensión implica que no podría haber ninguna
otra creación como la nuestra en vigencia e igualmente a nosotros ser
susceptible de caída ya que su redención sería imposible. (Heb. 9:24-26), igualmente este mismo
argumento obra a favor de la singularidad de la tierra, es obvio que, aunque
Dios ve como importante toda su creación, no es menos cierto que la tierra es
una obra especial de su corazón, la cual él ha
considerado de tal valor, que decidió hacer y desprenderse de los impensable,
al hacerse él mismo hombre, enviando a su hijo a morir en propiciación para el rescate de su creación única
y singular.
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