lunes, 10 de junio de 2013

Fundamentos de evangelismo personal. Curso sistemático.

PILARES DEL EVANGELISMO PERSONAL

Juan Alberto Galvá
INTRODUCCION

A muchos creyentes, la predicación del evangelio no les interesa, a otros no les preocupa y a los demás les es indiferente. Pero hay un pequeño grupo que sí está interesado en saber más sobre cómo pueden ellos  ser útiles en las manos de Dios para que miles de vidas en las que El está genuinamente interesado le conozcan y le sirvan.
A este pequeño grupo la Palabra de Dios les llama discípulos: cualquiera es un creyente, cualquiera un simpatizante o un seguidor, pero muy pocos son los discípulos.
De manera que antes de emprender esta tarea, lo primero que debe hacer el equipo que se dispone a acometerla, a enfrentarla es autoevaluarse para saber si se es un discípulo, o simplemente un seguidor:
Descubrirás que si eres cualquier cosa diferente a un discípulo, no podrás realizar esta tarea eficaz y eficientemente.
Eso no quiere decir, que alguien que no es un discípulo no pueda obtener resultados, el quid del asunto, es que quien evalúa ese resultado es el dueño de la tarea, por lo mismo, cualquier producto que no se obtenga usando los materiales asignados y mediante las normas establecidas, probablemente traerá “éxito” y orgullo humano a quien lo haga, pero quien así proceda debe saber que, en palabras de nuestro Señor Jesucristo: “ya tiene su recompensa”, así que, quizá, estas personas se hallen muy triunfantes ante si mismos y ante los demás, pero no tendrán motivos reales de alabanza para con Dios.

Quien no sea un genuino discípulo no mostrará la pasión, el amor, la tenacidad que se requieren para buscar y alentar a los perdidos a que conozcan al Señor, y cuando la tarea se torne cuesta arriba, serán de los primeros en abandonar o sugerir que se abandone la tarea. Pero aquellos que sean discípulos, cuyos corazones sean propiedad de Dios, serán guiados por su Santo Espíritu y El mismo les dará las fuerzas, la sabiduría y el verdadero éxito para ser eficaces y vencedores.

LLENA POR FAVOR EL SIGUIENTE FORMULARIO

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que hiciste una decisión seria de servirle a Dios y hasta la fecha?
Pon en orden de prioridad, de abajo hacia arriba, las personas y cosas que son más importantes en tu vida, al lado, escribe el tiempo (en horas) que le dedicas a cada una de ellas, haciendo un cálculo semanal de  esas horas:
Ejemplo: COMER, 6 horas diarias, 42 horas semanales.

A)
B)
C)
D)
E)
F)
G)


1-    ¿Has leído la Biblia completa o al menos el todo el Nuevo Testamento?

2-    Si tu respuesta a la anterior pregunta fue (no) ¿Cuál es la razón?

3-    ¿Ya fuiste bautizado?

4-    Si tu respuesta a la pregunta 3 fue (no) por favor, explica por qué.

5-    Si a la pregunta 3 respondiste (si) entonces dinos brevemente, que significó para ti el bautismo y en qué manera sientes que tu compromiso con Dios ha crecido.

6-    ¿A cuántas de las actividades regulares de tu congregación asistes, piensas que asistes lo suficiente o crees que podrías hacer más para mejorar tu apoyo y asistencia?

7-    Después que hiciste tu decisión seria por Jesús, ¿por cuántas personas te has interesado en exponerle el plan de salvación mediante tu testimonio personal?

8-    En cuanto a los bienes que posees; ¿cuál es el criterio de apoyo que aplicas cuando te desprendes de algo para Dios, podrías explicarlo: (en otras palabras, cuando das, lo haces por compromiso, porque piensas que de no hacerlo serias criticado, porque si no Dios no te bendeciría,  porque consideras que el pastor te vería con buenos ojos, o por alguna otra razón?).

9-    ¿Cuántas cosas estas dispuesto a dejar por el Señor?
A-
B-
C-
D-
E-
F-



10-                      ¿Puedes testificar qué cosas haz dejado por el Señor?
11-                      A-
12-                      B-
13-                      C-
14-                      D-
15-                      E-
16-                      F-


17-                      ¿Hay aun cosas en tu vida que sabes que no has dejado aun?

18-                      Si tu respuesta es (si), ¿qué impide que dejes esas cosas?



19-  Si la respuesta a la pregunta 3 fue (si) ¿aun así, dirías que tu vida esta completamente entregada a la obediencia a Cristo, aun así podrías tú ser considerado un esclavo del Señor?

20-  Aparte de saber que existe un mandato bíblico que nos dice que debemos testificar, anunciar, proclamar y testificar las buenas nuevas, ¿por qué otra causa crees que debemos predicar a otros?


21-  ¿Alguna vez, alguna persona se ha convertido a Cristo a través de tu testimonio directo? ¿Puedes escribir aquí el nombre de esa o esas personas?

22-  Si tú respuesta a la anterior pregunta fue (no) ¿A qué causa o causas le atribuirías ese resultado?



23-  ¿Consideras que tu conocimiento de la palabra de Dios es suficiente o crees que deberías hacer un mayor esfuerzo para conocer y profundizar en las Sagradas Escrituras?

Examina tus respuestas, y trata de autoevaluarte concienzudamente, para que tengas un buen parámetro a partir del cual hacer una evaluación objetiva, lee la siguiente historia sobre cómo eran los discípulos, y si aún después de leer la historia tienes dudas, de cómo debería ser y qué cosas debería hacer un buen discípulo, entonces acércate a tu anciano pastor a fin de que él te guíe en dicha evaluación.

4:31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
4:32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
4:33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.
4:34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,
4:35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.
4:36 Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre,
4:37 como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.


PRINCIPIOS BASICOS DE EVANGELISMO PERSONAL      CAPITULO I
LA PREDICACION DEL EVANGELIO SE COMIENZA POR EL PATIO
Una de las cosas que conspiran grandemente con el desarrollo de la obra de Dios son los prejuicios, y las historias que aprendemos de oídas. La falta de atención a lo que la Biblia está diciendo y la enseñanza que Jesús y sus apóstoles nos dejaron son suficientes para realizar eficazmente la tarea evangelística. Pero la carencia sistémica en el conocimiento de las Escrituras y la consistente irreflexión sobre lo que ella de forma natural nos está comunicando crean una enorme barrera que bloquea nuestra comprensión.
Es por ello que, en muchos casos, no evangelizamos según la Biblia, sino, según nos imaginamos que debe ser la evangelización. Veamos a continuación algunas de las “técnicas” utilizadas por los apóstoles y por Jesús para abordar la evangelización personal y contrastémosla con nuestras prácticas habituales.

COMO ATRAER NUEVOS DISCIPULOS
Juan el Bautista apareció en el desierto de Judea bautizando, así empieza el relato. Pero uno sabe que esa es la parte sustancial que el autor del relato (Juan el evangelista) quiere destacar y que detrás de esa sucinta declaración hay mucho trasfondo por desentrañar. La primera pregunta que surge es, por qué entonces Juan no fue más específico, por qué razón no nos dio un relato con lujo de detalles; y algunas de las posibles respuestas son:

A-    Primero porque Juan no estaba escribiendo una novela para entretener sino un tratado doctrinal, por lo mismo su enfoque se centra en la significación espiritual de todas las actividades de los hombres que intervienen en su narración, no es casual que después de cada milagro, Juan conecta una declaración sobre Jesús que tiene relación directa con ese milagro. El sana al ciego, y a renglón seguido declara “Yo Soy la luz del mundo” El resucita a Lázaro y declara “Yo Soy la resurrección y la vida” El alimenta a la multitud y sentencia “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo”.

B-    Por otro lado Juan le escribe a personas de su tiempo, y no necesariamente pensando que su evangelio será leído y estudiado por personas separadas de él por más de dos mil años, con una cultura y cosmovisión diametralmente distintas a sus destinatarios originales, así que, lo que Juan omite, lo hace porque da por sobreentendido que sus lectores lo saben.

C-    Recordemos Jesús nos habla de “escudriñad las Escrituras” esto, con referencia a los fariseos; y si esto era verdad con relación a los adversarios de Jesús, con más razón debe ser cierto sobre nosotros sus discípulos o aspirantes a ello. Tenemos el deber de profundizar en las enseñanzas de la Biblia a fin de desentrañar lo desentrañable, todo esto, asistidos por el Espíritu Santo, una de cuyas funciones es guiarnos a toda la verdad

Dicho todo esto y haciendo una breve investigación histórica podemos colegir que para Juan el Bautista llegar a reclutar seguidores hizo lo que era habitual hacer; se dio a conocer a sus familiares como profeta de Dios, los cuales ya estaban preparados de antemano para su ministerio. Luego se daría a conocer a sus amigos, de seguro tuvo la oportunidad de compartir muchas veces con Jesús (es una conjetura razonable ya que eran primos y sus padres se visitaban con cierta regularidad) y hablar acerca del inicio de sus respectivos ministerios.

 Consistentemente se daría a conocer a la gente de su barrio, allí atraería seguidores que, sintieran admiración por esa familia, y que de seguro conocían la historia del nacimiento milagroso del incipiente profeta al cual empezarían a ver como una promesa y en quien en principio, inclusive, tal vez albergarían alguna esperanza mesiánica. Y así, su trascendencia iría creciendo lentamente hasta el punto de establecer su centro de operaciones en el desierto de Judea, un lugar apartado, propicio para la meditación, y para aquellos quienes quisieran iniciarse en una vida nueva.

Por su puesto, una explicación como esta, no tiene nada de mágica, ni nada de extraordinaria, es una explicación ajustada a la probabilidad y al sentido natural que el texto mismo refleja. Pero si abordamos la Biblia con cualquier case de prejuicio, veremos milagros y eventos sobrenaturales por todas partes, también veremos demonios donde hay enfermedades puramente mentales y físicas y Satanás estará detrás de todo lo que hagamos y por su puesto el hombre no será responsable de nada.

EL MINISTERIO DE JESUS SIGUIO EL MISMO MODELO DEL PATIO
Cuando uno lee los relatos de los evangelios sinópticos, Mateo, Marcos, Lucas, sin la debida atención, sin duda que uno fácilmente llega a creer que Jesús tenía un poder, no milagroso, sino mágico para atraer a las personas y para que estas dejaran de hacer todo cuanto estaban haciendo y de inmediato seguirle, sin ningún tipo de reflexión. Veamos un ejemplo de esto:
Mateo 4
12. Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;
13. y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,
14. para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
15. Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
Camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles;
16. El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
Y a los asentados en región de sombra de muerte,
Luz les resplandeció.
17. Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
18. Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
19. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
20. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.
21. Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, yJuan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.
22. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.

Como se puede ver, ninguno de los evangelistas nos da todos los datos del hecho, sino que, cada uno relata lo que le pareció más importante según el propósito para el cual escribió. Si nos guiáramos solo del relato de Mateo uno tendría la impresión de que, el magnetismo de Jesús era tal que conseguía que la gente tomara decisiones sin siquiera reflexionar, lo cual entraría en contradicción con las claras palabras del propio Maestro:

Lucas 14

25. Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:
26. Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
27. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
28. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
29. No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,
30. diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
31. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
32. Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.
33. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Para nada las declaraciones de Jesús en el pasaje anterior parecen venidas de un frenesí mental que hace que la gente tome decisiones sin pensar, muy por el contrario, parecen las sensatas palabras de alguien que emprenderá una peligrosa pero gratificante misión y quiere que ninguno de los que se entusiasmen a unírsele tengan una idea equivocada de lo que implica ese viaje. Para tener el cuadro completo que le da coherencia a la historia de Mateo 4:12-22 debemos auxiliarnos del relato del evangelio de Juan, pues allí hallamos lo siguiente.

Juan 1

29. El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
30. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.
31. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.
32. También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
33. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
34. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
35. El siguiente día otra vez estaba Juany dos de sus discípulos.
36. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.
37. Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.
38. Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?
39. Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.
40. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
41. Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
42. Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).
43. El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
44. Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro.
45. Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
46. Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.
47. Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
48. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
49. Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
50. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.
51. Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.

Es después de ver esta información organizada, que el llamamiento de Jesús a sus discípulos y la forma en que Jesús los reclutaba quedan claramente explicados.
Si se te pidiera explicar cuál método utilizó Jesús para añadir discípulos, ¿cual dirías tú que fue su estrategia?

Jesús al igual que Juan el Bautista no introdujo nada nuevo en la forma de ganar adherentes para su causa, ambos eran maestros de la palabra y simplemente se valieron de la forma establecida en que habitualmente los maestros se agenciaban seguidores, quizá la manera específica en que lo hicieron no se aplique hoy en todos los casos, pero los principios aplicados permanecen aun hoy día, veamos pues algunos de esos principios.

A-     Procure conseguir que las personas cercanas a usted sean de los primeros en enterarse de sus planes y propósitos evangelísticos.        
A ninguna persona será más fácil  hacerle una presentación del evangelio que a la gente que usted ya conoce y que de seguro, si le solicita tiempo, habrá de concedérselo
B-    Empiece por sus familiares.          
La familia de Juan el bautista fue de seguro el primer pilar de su ministerio, durante años sus padres debieron haberle apoyado y alentado para que desarrollara su llamamiento y es de esperarse, que su familia inmediata; primos, tíos, y amigos cercanos fueran los primeros en enterarse de su mensaje.
Así mismo es obvio por la actitud de María, que Jesús ya había realizado manifestaciones del poder de Dios y de su propósito ministerial, porque de no ser así, no tendría explicación que le pidiera que obrara un milagro en las Bodas de Cana, si ella jamás le hubiera visto haciendo uno.
Y aunque es cierto que al principio, los hermanos de Jesús le adversaban, no es menos cierto que su ministerio no era un secreto para ellos, el rechazo se debió precisamente a eso, a que el intentó conquistarlos para su causa, aunque sin resultados positivos al principio
B-      Procure mantener un buen testimonio entre las personas que le rodean.    
Es obvio que si ese no hubiera sido el caso tanto con Jesús como con Juan Bautista ellos no habrían podido hallar cabida en los corazones de las personas a su alrededor.

C-      Asegúrese de tener un mensaje conciso, claro, fundado firmemente en la Biblia y lleno del poder del Espíritu Santo
Recuerde que en Jesús y Juan Bautista había una gracia especial, ir donde la gente que te conoce es solo el primer paso, pero, por supuesto, tienes que tener algo que decir, y debes saber cómo decirlo, debes creer el mensaje del que estás hablando y si tu mensaje habla de cambio, alegría y felicidad, tu estas obligado a reflejar con tu vida el contenido del mensaje que compartes, porque de no ser así, la gente notará que hay inconsistencia entre ti y tu mensaje y por su puesto el resultado no podrá ser bueno.
Por último, recuerda: ciertamente el resultado de nuestra predicación depende de la acción del Espíritu Santo en las vidas. Ahora bien, Dios ha escogido lograr que las vidas vengan a El mediante nuestro pregón, debemos salir a predicar teniendo en mente que Dios nos usará para que las almas vengan a Él, debemos desearlo, anhelarlo y sentirnos regocijados cuando vengan y auto examinarnos cuando no lo hagan.

PRINCIPIOS BASICOS DE EVANGELISMO PERSONAL CAPITULO II
EXTENDIENDONOS MAS ALLA

Siempre conforme a un plan. Antes de dar inicio al segundo capítulo haga un resumen de la clase pasada y asegúrese que los conceptos aprendidos han quedado debidamente fijados en las mentes de sus discípulos.

Algo muy peculiar en el modo de pensar “evangélico” es la creencia de que hacer planes no es cosa de Dios. Normalmente se confunde la improvisación con la espontaneidad, como ya lo hemos visto en nuestro estudio de Nehemías. Pero la realidad es que esta aproximación a la realización de los mandatos de Dios se debe a lo que ya expusimos la semana pasada, se debe a los prejuicios con los que muchas veces nos acercamos a la palabra de Dios.
En la mayoría de los casos se piensa que el “mover del espíritu” se expresa en hacer lo primero que a uno le llegue a la mano. No se puede negar que hay pasajes de la Escritura que, parecen a poyar esta idea, pero cuando uno los  estudia en su contexto, se da cuenta que la idea de la improvisación está muy ajena al pensamiento del autor divino de las Sagradas Escrituras.
Veamos un caso a fin de que lo examinemos con más detenimiento.

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albertogalvac@hotmail.com


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