jueves, 6 de junio de 2013

Preparación Teológico Vocacional

Juan Alberto Galvá
"Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos". (Mt. 9:37).

Aun cuando el apóstol Pablo anima a los siervos de Dios a tomar parte en la obra del ministerio desde la posición pastoral (I Tm. 3:1), hoy día, en la mayoría de los casos es notorio lo marginado que está el ministerio. La estructura socio económica actual –en cuya arquitectura Satanás tiene mucho que ver- determina que los valores del estatus social pesen mucho a la hora de que los padres decidan que derrotero profesional deben tomar sus hijos.

Soy padre igualmente, y por supuesto que deseo lo mejor para mis hijos. No solo lo deseo, sino que esto en la responsabilidad bíblica de guiarlos en la vida para que les vaya tan bien como sea posible (II Co. 12:14). Pero, si quiero actuar como un creyente comprometido, una de las primeras opciones que debería poner delante del camino de mis hijos es el ministerio en cualquiera de sus áreas.  

No estoy sugiriendo que todos nuestros chicos deben terminar siendo pastores, maestros, evangelistas, músicos, cantores, etc, más bien estoy planteando que muchos de ellos pudieran serlo, pero los hemos alejado sistemáticamente de ese propósito encarrilándolos por el sendero que, humanamente consideramos que era más provechoso económicamente para ellos, como si el factor económico fuera lo único, o lo más importante en la felicidad y el bienestar de nuestros hijos.


La razón habitual para rechazar el ministerio es que las perspectivas económicas y los conflictos potenciales que se proyectan en estas lides son muchos y demostrados. Este argumento no puede ser desechado simplemente espiritualizándolo, porque ciertamente, es derecho y expectativa legitima el que se aspire a comer todos los días a sus horas, y nutritivamente; un techo para vivir, una esposa e hijos que, a su vez, demandan educación, vestimenta, recreación, medicina etc.

Debe entonces haber un punto de equilibrio, un manejo viable, posible y responsable para nuestra pretensión de que la mentalidad de los creyentes cambie respecto del ministerio. Porque es y ha sido evidente que la mera exposición de las glorias del ministerio así como el mandato divino a formar parte de este no han sido suficientemente persuasivos como para que los creyentes por norma procuren involucrar a sus hijos en el ministerio. Es entonces evidente que los ministros del Señor llamados a establecer las bases solidas de la educación cristiana y la formación bíblica de los siervos de Dios, tenemos frente a nosotros un reto que, demanda mente abierta, sabiduría y mucha creatividad.

Nuestra propuesta para equilibrar esta situación es un instituto bíblico que combine la educación pastoral-ministerial con la formación técnico-vocacional, solo en aquellas áreas que, sean demandadas por la sociedad, pero que, al mismo tiempo, representen una profesión que permita a los graduados ser dueños de su tiempo.

Pero este esquema, que para nada es nuevo, requiere una reingeniería dramática de la estructura administrativa, así como del curriculum, la infraestructura, los profesores y la duración promedio del programa de estudios. Es todo un reto, pero no es imposible, los institutos politécnicos católicos hace décadas que vienen haciéndolo con resultados notables.


Esta no es una tarea que podamos hacer solos, sino que demandará la ayuda de todo aquel que de una u otra forma sea consciente de que podemos cambiar el esquema actual de formación teológica, estático, y desconectado del mundo circundante, por un modelo dinámico, integrado y vivo. Por tanto, si últimamente ha estado meditando en alguna obra digna, a la que dese unirse o en la que desea donar recursos, le proponemos la nuestra. El gran beneficio de aportar para un proyecto como este es que se trata de una inversión con un retorno social asegurado, “inmediato” y del que si no se beneficia usted directamente, lo hará indirectamente a través de sus hijos, nietos, familiares, amigos y conocidos a los que usted desee encaminar.

Ayúdenos a materializar este proyecto a fin de que haya una transformación notable en la matricula educativa en cuanto a la formación teológica-ministerial, para que tengamos pastores que vivan para el ministerio y no temerosos de una vida de carencias “a causa del ministerio”, contribuyamos a devolverle honra, y brillo a la actividad más honrosa que pueda ver y aportemos una luz de esperanza y un ambiente propicio para nuestra juventud cristiana.

Ayúdanos, únete, danos la oportunidad que que muy pronto podamos publicar una postal como esta, Dios está de nuestro lado en esta obra y responsabilidad  pero también te necesitamos a ti. Para una lista de las áreas y formas en las que usted puede contribuir con este proyecto sírvase  contactarnos:

Orientación & Difusión Cristiana (O&DC)
International Virtual Tehological Institute
http://institutointesand.blogspot.com
institutointesand@gmail.com
1-809-695-6533
1-829-333-3981
Juan Alberto Galvá
Coordinador general


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