viernes, 14 de junio de 2013

COMENTARIO AL LIBRO DEL PROFETA HAGEO



Editorial Perspectiva Cristiana & INVITI Publishers.
International Virtual Theological Institute
Orientación & Difusión Cristiana
Comunidad Cristiana Ejemplar


Por:Juan Alberto Galvá
1. En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del   profeta Hageo, diciendo:

El profeta irrumpe dejando en claro que el mensaje que va a transmitir, tiene el sello de la incuestionable autoridad de Dios, a quien presenta, solo con su nombre, sin uno de sus muchos apellidos. Quiere a demás, dar a conocer la fecha en que está escribiendo, ya que, por costumbre aprendida, por la experiencia de otros profetas que fueron antes que él, Daniel, Ezequiel, Jeremías etc. Sus escritos deben ser preservados para edificación del pueblo y preservación del legado espiritual de la nación, así como para comunicar  a las generaciones venideras los tratos de Dios para con los hombres. A fin de que sea más fácil la verificación histórica de su profecía, el profeta provee el periodo político en el que le ha tocado ministrar, y nos da el nombre del monarca de turno, identificado como Darío, rey de Persia.

2. Habla ahora a    Zorobabel   hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a
El mensaje está dirigido en primer lugar a las autoridades legalmente constituidas, léase, el gobernador, (Zorobabel, descendiente de David). La política de los reyes persas era mayormente de tolerancia. Permitían que los pueblos conquistados se “auto gobernasen” y se les daba casi total libertad religiosa, así que los pueblos gozaban de paz y estabilidad, siempre que cumplieran con sus obligaciones impositivas y no hubiera algún intento de insurrección, así que, en aquella coyuntura, Zorobabel, no podía mas que, acariciar la idea de llegar a ser algún día, un rey al estilo de los antiguos reyes de Judá, y no hablar, de disfrutar del esplendor de los reinados emblemáticos de David y Salomón. Pero una parte del pueblo, albergaba esperanzas de que Zorobabel fuera el mesías, de hecho, en parte, esta esperanza se veía un tanto alentada por la profecía de Hageo:  2: 20. Vino por segunda vez palabra de Jehová a Hageo, a los veinticuatro días del mismo mes, diciendo:
21. Habla a Zorobabel gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra;
22. y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano.
23. En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos.

Josué hijo de Josadacsumo sacerdote,
El Sumo Sacerdote era la segunda autoridad, en el periodo de los Jueces, de hecho, no había diferencia entre la autoridad espiritual y la autoridad política, hombres como Eli y Samuel lideraron a Israel en ambas funciones. Aquí el Sumo Sacerdote es Josué. A quien aparentemente las cosas no le iban muy bien espiritualmente hablando, esta conclusión no nos viene del mismo libro de Hageo, sino que se extrae del libro de Zacarías, quien fue profeta contemporáneo de Hageo, veamos lo que sobre el profetizo Zacarías:
Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. 

3:2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?
3:3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.
3:4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala.
3:5 Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie.
3:6 Y el ángel de Jehová amonestó a Josué, diciendo:
3:7 Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar.
3:8 Escucha pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú y tus amigos que se sientan delante de ti, porque son varones simbólicos. He aquí, yo traigo a mi siervo el Renuevo.
3:9 Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día.
3:10 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros convidará a su compañero, debajo de su vid y debajo de su higuera.
diciendo:

3. ¿Quién    ha quedado    entre vosotros que haya visto esta casa
en su gloria primera?,
El Señor llama la atención de todos los hombres adultos y ancianos de Israel, a los que tienen memoria de los acontecimientos antiguos, de los que fueron testigos de lo que fue la antigua gloria del reino de Israel y sobre todo de la Casa de Jehová.
¿y cómo la veis ahora?
¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?

Breve descripción del Templo, extraída de la Wikipedia.
El Templo propiamente dicho, según la descripción de la Biblia, era un edificio largo y bastante estrecho, orientado sobre un eje longitudinal en dirección Este-Oeste. El edificio debió tener una longitud interior de aproximadamente 27 metros, 9 metros de ancho y una altura de también 13,5 metros (60×20×30 codos). Sus dimensiones, por tanto, eran más bien las de una capilla palatina, ya que el culto se hacía desde su exterior. A ambos lados de su entrada se erigieron dos columnas, llamadas Yajin yBoaz. Los sacerdotes y el rey entraban en el Templo a través de una gran puerta chapada de oro, de aproximadamente 10 metros de alto y 4 de ancho. Tras de esa puerta se encontraba el vestíbulo de entrada, el Ulam. Después de este vestíbulo, se encontraba la estancia principal, el Heijal o Santo, iluminado a través de unas ventanas altas. La anchura y longitud guardaban una proporción de 1:2, lo que significa que la planta del Heijal estaba compuesta por un doble cuadrado. El forjado de piedra se cubrió con un solado de madera de cedro. Las paredes del «Hejal» se cubrieron con láminas de cedro, traídas de las montañas del Líbano, el mismo material de las vigas del forjado.
El objetivo de la comparación es que la respuesta haga destacar lo obvio, que la reconstrucción o  restauración del templo de ese entonces, era bastante modesta y que la parte física de dicho templo había perdido la impresionante lucidez del tiempo antiguo, lo cual constituía un orgullo tal para Israel, que, en su momento se había convertido hasta en un fetiche, cuando el pueblo declaraba: “Templo de Jehová,  Templo de Jehová, Templo de Jehová, es éste” 18. Jeremías 7:4 dando a entender que por el simple hecho de haber sido erigido este santuario en el nombre del Señor, el lo preservaría a pesar del comportamiento de su pueblo, lo cual quedó claramente desmentido, cuando Nabucodonosor invadió Judá y le prendió fuego y se llevo los objetos sagrados de la casa de Jehová.
4. Pues ahora,

Zorobabel,
esfuérzate,      dice Jehová;       esfuérzate        también,

Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote;

y cobrad               ánimo,                      pueblo todo de la tierra,
dice Jehová, y              trabajad;

Hageo, quien ha tenido la inusual oportunidad de predicarle a un pueblo cuyo oído esta presto  al llamado del Señor, fortalecido con la buena acogida que tuvo su primer mensaje, el cual publico apenas un mes antes, ahora se dirige nuevamente a las autoridades y al pueblo con un mensaje esperanzador. La tónica de dicho mensaje viene

porque yo estoy con vosotros,

dice Jehová de los ejércitos.

5. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu

estará en medio de vosotros, no temáis.

6. Porque así dice Jehová de los ejércitos:

De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca;

7. y haré temblar a todas las naciones,
y vendrá el Deseado de todas las naciones;

y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.

8. Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.

9. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehováde los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice


Jehová de los ejércitos.

Juan Alberto Galvá
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