La Herejía de José Luís
de Jesús Miranda
Por: Víctor García
Apoyado en la visión de un espíritu que se le
incorporó en su mente, en ideas bíblicas alteradas y en muchos seguidores, José
Luís de Jesús Miranda, líder de Creciendo en Gracia, se ha proclamado Dios,
Cristo y anticristo todo en un solo hombre. El asegura que los doce
apóstoles pervirtieron el evangelio de la gracia y mataron a Pablo, quien según
él, fue el único apóstol fiel al evangelio. Con retórica y
desvergüenza descomedidas y con un hábil mercadeo José Luís expande
sus excentricidades.
¿Qué hay detrás de este grotesco fenómeno
religioso? ¿Qué es en su esencia esta herejía?
La herejía de José Luís es un asunto de autoridad
José Luís de Jesús Miranda ha decidido que la
Escritura es autoritativa sólo en la medida en que a él le place, en las
porciones que él elige. Decidió que sólo las escrituras de Pablo que
él favorece representan el verdadero evangelio y que el resto son falsas. Para
él sólo las doctrinas paulinas de la perfección y la justicia imputada al
pecador son puras; la naturaleza pecaminosa del creyente y el conflicto contra
el pecado son doctrinas corruptas y deben desecharse, aunque sea Pablo quien
las enseñe. En otras palabras, decidió creer lo que se le antoja, se
declaró autónomo y se estableció a sí mismo como su propia autoridad.
En su mundo raro y bajo la autoridad de su
“biblia,” todo tiene sentido, y los que aceptan su disparatada autoridad se
sienten perfectos, bendecidos y libres. Para ellos todo
es claro, lógico, bíblico y consistente. ¿Quién puede contradecir a
semejante “autoridad bíblica” que ha demostrado que no hay pecado y que el
Cristo de los evangelios no debe ser adorado? ¿Quién es más grande
que él? ¿Quién aparte de Pablo ha predicado estas verdades y ha combatido a
Cristo y a los apóstoles “falsos” de la Biblia? Con razón el hombre
asegura que nadie le puede enseñar nada y que no puede aprender nada de
nadie. Con razón, se proclama el anticristo y a pesar de sus
incoherencias, sus seguidores le adoran fascinados con una admiración propia de
la bestia bíblica:
[…] “y
adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la
bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra
ella? También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias”
[…] (Ap. 13.4-5).
La herejía de José Luís es cuestión de Megalomanía
Megalomanía: (Del gr. μεγαλο-, de μέγας, grande, y μανία, locura). (desorden
mental caracterizado por delirios de grandeza y de poder y por la obsesión de
hacer cosas extravagantes). Según el diccionario
de la Real Academia de la Lengua Española. Su propio hermano de sangre, que lo conoce muy
bien, dijo a la televisión: “José Luís quiere atención, y para lograrla se
atreve a decir lo que otros no dicen…” Y ciertamente, el hombre dice
cosas extremas de una manera tal que enajena a sus seguidores y hace
que lo adoren. Nada ni nadie puede detener su infatuación: ni
su mujer que lo dejó, ni los individuos, matrimonios y familias que ha
destruido, ni las amenazas que le hacen gastar miles de dólares en
guardaespaldas, ni las miradas perplejas de los periodistas que lo oyen
proclamarse dios frente a las cámaras. Con un delirio y una
obstinación formidables, José Luís se proclama a si mismo redentor del
cristianismo y del mundo entero. No le basta con ser Pablo, el papi
de sus adeptos, ni Cristo—eso es poco para él—él es el Anticristo, él es Dios y
va a ser el presidente de las naciones, no se va a morir, no se puede
equivocar y nadie sino sólo él tiene la verdad. La soberbia de
Diotrefes era juego de niños ante su infatuación. Óiganlo hablar en
uno de sus surrealistas calqueos:
“¡Por
primera vez en la historia hermano, que maravilloso es este ministerio, que por
primera vez desde el cielo baja la Cabeza de Dios y la mete en un hombre
llamado josè luis de jesùs! (sic)…yo declaro hoy, yo declaro en este día por
las cámaras del internet, por las cámaras con evidencia mundialmente, yo
declaro: que ellos han errado al blanco, si quieren saber de papá dios tienen
que escucharme a mí… si quieren ubicar sus vidas tienen que someterse a este
apostolado, a este ministerio para que enfoquen bien sus vidas con papá dios
(sic).”
¿Es esto megalomanía o qué? ¡Cómo se
parece al rey de Tiro, de quien el profeta se burla y a quien Dios sentencia
por su locura!:
[…] “dijiste:
Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo
tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios; he aquí que
tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto. Con
tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y
plata en tus tesoros. Con la grandeza de tu sabiduría en tus
contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha
enaltecido tu corazón.” […] (Ezequiel 28.1-4).
La herejía de José Luís es cuestión de lucro, fornicación y poder
José Luís evoca de una manera vívida al astuto
Balaam a quien la Biblia le dedica un espacio inusual—tres capítulos completos
en Números 22-24, y repetidas referencias en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Nosotros
sabemos que Balaam fue alquilado por dinero, que se lanzó a la aventura de
maldecir a Israel por lucro, y que enseñó a fornicar a los israelitas. Pero
el relato de Números 22-24, no muestra esas cosas con claridad.
Uno lee ese pasaje y siente tensión y zozobra ante
la ambigüedad de este hombre, que parece fiel, pero que lanza malas
vibraciones. Si no fuera por lo que se dice en pasajes como Num.
31.16 y Ap. 2.14 donde se nos informa que Balaam era un maestro de la
fornicación y la idolatría, o Dt. 23.4 y Judas 11 que nos dicen que él estaba
en este asunto por lucro, podríamos ser tentados a disculparlo. Y
es que en el relato de números, aunque lo vemos siendo reprendido por una
bestia y dejándose transportar lujosamente y ser agasajado por Balac, no lo
vemos recibiendo dinero, ni cobrando por sus servicios; al contrario, lo vemos
rechazando el pago que le ofrecían (Num. 22.18); lo vemos hablando la palabra
de Dios con exactitud, porque no da profecías falsas sino que se comporta como
si fuera un fiel pregonero de la verdad, repitiendo siete veces que él va a
hablar sólo lo que Dios le diga que hable (Num. 22.8, 18, 38; 23.3, 12, 26;
24.13). Tampoco lo vemos fornicando ni hablando de sexo, aunque era
un especialista en el tema (tenia mujeres a su disposición con las que sedujo a
Israel y provocó la muerte de 24,000 de ellos (Num. 25.9; 31.15-16). ¡Vaya
personaje tan ambiguo!
Sin embargo, sin que nadie de
sus admiradores se diera cuenta, Balaam era un
calculador astuto movido por motivos falsos y un corazón enloquecido por el
poder, el sexo y el dinero. José Luís, es muy similar a Balaam,
aunque no tan disimulador como él. El exhibe insolentemente sus
relojes, sus carros y sus extravagancias; dejó a su mujer por otra, se rodea de
gente que sin recato se divorcia, vive vidas promiscuas y se exhibe
sensualmente—como las provocativas bailarinas de zamba que semi-desnudas
amenizaban sus servicios en Brasil y las cantantes que se mueven seductoramente
mientras le dedican canciones idolatras. Pero, ¿que se puede esperar de un
hombre que predica que no hay
pecado?
La Herejía de José Luís es Cuestión de Mercadeo
El mercadeo sagaz y bien calculado juega un papel
vital en la herejía de José Luís. Por eso, en su mundo fantástico,
los títulos son pomposos. El es doctor, aunque no terminó ni la
escuela secundaria; su asistente es obispo de obispos; su promotor de
mercadotecnia es empresario de empresarios, etc.… y por supuesto, más que
doctor, él es la segunda venida de Cristo, y para que ningún periódico ni
cadena de televisión atreva a ignorarlo, él también es el anticristo y se
tatúa el 666, y es pastor de la iglesia de los anticristos, y le tapa la boca a
los de la circuncisión de manera ruidosa y estrambótica con sus movimiento de
protestas públicas. ¡Esto es mercadeo astuto! Y en esto también
José Luís se parece a Balaam, un profeta tan cotizado que Balac, el rey de los
moabitas, lo llamó para resolver a nivel espiritual su problema contra Israel
cuando supo que su poderío militar no le iba a funcionar.
Y Balaam no era cotizado por barato, ni por
ordinario. El era un tipo sofisticado que conocía instintivamente
como promocionarse a si mismo, como manejar a la gente, como aprovechar el
ministerio profético y como manipular su teología. Balaam sabía cómo
venderse y no se vendía barato. Es por eso que para José Luís no
importa si la publicidad es buena o es mala, lo importante es que hablen de su
movimiento. Y él asegura que todo lo que se dice de él sea colocado
en su ostentosa página de Internet para que todos lo vean y lo oigan. Su
filosofía de mercadeo, como él mismo lo dijo en uno de sus mensajes, es: “en
las noticias tú explicas para que te persigan para que hablen mal de ti y para
que te den promoción…”
La Herejía de José Luís es Herejía Reciclada
Yo no creo en la encarnación, pero si creyera,
diría que José Luís de Jesús Miranda es la encarnación amplificada de Marción
el gnóstico del siglo segundo. Que yo sepa, nadie en la historia creyó
entender tan perfectamente a Pablo como Marción de Sinope; pero ahora apareció
José Luís replicando la filosofía de Marción. Marción creía
ver tan claro el antagonismo entre la ley y la gracia que concluyó que Pablo
era el único apóstol de la verdadera gracia. Como resultado, compiló
el primer canon del Nuevo Testamento en la historia, que tituló “La
Antitesis.”
En su “canon” Marción eliminó los escritos de los
que según él eran falsos apóstoles, es decir, los evangelios de Juan, Mateo,
Marcos y todas las cartas apostólicas excepto las de Pablo. “La
Antitesis” de Marción consistía en dos partes: El Evangelio y el
Apóstol. El Evangelio se refería a Lucas; el Apóstol a las
cartas de Pablo. Por supuesto, todo lo que no concordaba con su
concepto gnóstico de la gracia, aunque apareciera en las cartas de Pablo,
Marción lo eliminó diciendo que era una corrupción del verdadero
evangelio. De esa manera sus enseñanzas cuadraban a la perfección y
tenían apoyo bíblico ¡bingo! Gracias a Dios, ese episodio grotesco
de la historia fue usado por Dios para hacer reaccionar a la iglesia y
apresurarla a compilar el canon neo testamentario con los 27 libros que hoy
disfrutamos.
Por cierto, para Marción, ya sea
por la influencia del gnosticismo, por su vivaz
imaginación o por ambas cosas, la carne no tenía nada que ver con el espíritu.
De hecho, él decía que no le predicaba a la carne sino al espíritu, que no
había que ocuparse de la condición sino de la posición. La
convicción Marcionita acerca de la discrepancia entre la ley y la gracia, entre
la posición del creyente y su condición, entre el Antiguo pacto y el Nuevo
Pacto era tan profunda que lógicamente terminó diciendo que el Dios del Antiguo
Testamento, el creador del universo material, era un Dios falso y que sus
adoradores—Pedro, Juan, Judas, Santiago y todos los demás apóstoles eran
apostatas porque, según él, predicaban un evangelio judaizado. Así
que no sería extraño que la próxima noticia que oigamos desde la bodega del
Doral sea que el dios de CEG (creciendo en gracia) anuncie que el
Dios del Antiguo Testamento, Jehová, es falso; de hecho, ya dice algo semejante
si no parecido o peor.
La Herejía de José Luís es Producto de la Superficialidad e Infidelidad
de los Evangélicos
¿No dijo Pablo a Timoteo que predicara la Palabra
por que vendrían tiempos cuando la gente no sufriría—le disgustaría—la sana
doctrina? ¿No advirtió que teniendo comezón de oír, los creyentes apartarían de
la verdad el oído y se volverían a las fabulas? ¿No predijo que por
esa tendencia se amontonarían maestros conforme a las concupiscencias de la
gente? (2 Tim. 4.2-
Lo que hoy tenemos en las iglesias y pulpitos
protestantes es la terrible ausencia del evangelio bíblico y la notable
presencia de líderes y artistas extravagantes que se solazan en la idolatría
que se les brinda. Así es como los maestros complacientes y exóticos
se han amontonado según el gusto de la gente. Pero entre todos esos
maestros, nadie se compara a José Luís quien ha llegado a ser para los
apostatas que lo siguen como Saúl era para los israelitas que prefirieron un
rey trastornado que a Samuel y al Señor. Saúl era más alto desde los
hombros para arriba que cualquier Israelita, así José Luís es más extravagante,
pernicioso y avorazado que sus competidores. ¿Cómo llegó Saúl,
este rey que terminó endemoniado, al poder? La Biblia lo relata en
Jueces y Samuel
Después de la muerte de Josué y
sus contemporáneos, el pueblo de Israel y sus jueces dejaron a un
lado la verdad de Dios (Jueces 2.7-10); cada uno hacia lo que bien le parecía
(Jueces 17.5; 21.25). En su decadencia espiritual la gente deseó un
rey como las demás naciones (1 Sam. 8.4-5, 19-20; 12.12). Los
protestantes evangélicos hoy repiten la historia. Es difícil
encontrar una iglesia donde se predique el evangelio, cada quien adora y
predica como bien le parece; y esa decadencia espiritual ha hecho a los
cristianos seguidores de líderes redundantes que rivalizan con los ídolos del
mundo (2 Tim. 4.3). De manera que así como Dios le envió a los
Israelitas a Saúl para satisfacer su hambre por un líder mundano; y así como
ellos vieron en él a su rey, a su ungido y a su libertador, a muchos
evangélicos les han llegado hoy José Luís de Jesús Miranda a quien ellos ven
como la encarnación de dios, su papi y su cristo. ¡Ya no hay que
esperar más: el rey ya vino, y desde los hombros para arriba, nadie es tan alto
como él! Aunque todo el sistema se oponga a su coronación
(comenzando con el profeta Samuel—1 Sam. 8.6), Dios lo mandó y ahora reinamos
con él en vida (1 Sam. 8.19-22).
El único problema es que Saúl
terminó siendo más apóstata que los jueces, más opresivo que los
filisteos y más patético que Sansón; y encima de todo, terminó poseído por
un espíritu malo y mentiroso, que venía ni más ni menos que de parte de Dios
mismo (1 Sam. 16.14, 23). En otras palabras, Saúl fue un juicio de
Dios en contra de los Israelitas, ¿por qué causa? Por causa de su
apostasía. Por eso Saúl fue para los israelitas tan funesto, o
más funesto, que los Amalecitas, los Moabitas y los Cananeos.
¿Qué podemos decir a esto? Que Dios
cuida a su pueblo y lo sacude cuando va camino a la apostasía. Y si
para hacerlo tiene que enviarle un profeta amante del dinero, el sexo y el
poder como Balaam (Judas 11), un juez licencioso como Sansón (Jueces 14.1-4;
16.1), un rey politizado y apóstata como Jeroboam (1 Reyes 12.26-33), un rey
endemoniado y megalo-maníaco como Saúl…o para ser más contemporáneos, un
incongruente y pernicioso apóstol de la desfachatez como José Luís de Jesús
Miranda, Dios lo hace. ¿Qué no es posible que esto venga de Dios?
¿Por qué no? Si para hacer reaccionar a Balaam Dios usó una burra (Num.
22.28-34); para curar de la idolatría a los israelitas envió a Nabucodonosor (2
Crónicas 36.17-21; Dan. 1.1-2), para acabar con Acab envió un espíritu
mentiroso a sus profetas (1 Rey. 22.23), y para terminar de enredar a los
israelitas en sus propias hechicerías envió un espíritu de fornicación
espiritual a sus ídolos de palo (Oseas 4.12). ¿Por qué no? Si
El dice que a los que no obedecen a la verdad les envía un poder engañoso para
que crean a la mentira (2 Tes. 2.11-12).
La Herejía de José Luís de Jesús es Demoníaca
Por supuesto, la manipulación de la Biblia, la
infatuación, el mercadeo, la megalomanía, la similitud con Marción y la
superficialidad de los evangélicos no serian suficientes para que José Luís
alcanzara el éxito y lograra tantos seguidores delirantes como lo ha
hecho. Detrás de todo eso hay un poder sobrenatural; y José Luís mismo
explica de donde es que viene ese poder. El cuenta que un espíritu
se le incorporó en una visión. Claro, él dice que ese espíritu es el mismo
que se le incorporó a Jesús y lo convirtió en Cristo—otro indicio de su deuda
con el gnosticismo. Pero los resultados que ese espíritu han
producido en José Luís no evocan a Jesús sino a Sedequias hijo de Quenaana, y a
su sequito de falsos profetas a quienes se les incorporó un espíritu de mentira
de parte de Dios para seducir a Acab el rey apostata y llevarlo a la
destrucción (1 Reyes 22.21-23).
Y ese espíritu de mentira fue enviado por el
Señor—porque El es soberano y todo lo controla. La Escritura muestra
patentemente que Dios envía espíritus de mentira a los apostatas y permite la
proliferación de doctrinas de demonios para hacer que los que no aman la
verdad, crean a la mentira (2 Tes. 2.11-12, 1 Tim.4.1). Por supuesto, muy
convenientemente, José Luís pregona que el diablo no existe; de esa manera sus
seguidores estan tranquilos y pueden seguirse infatuando hasta el infinito. Miqueas
profetizo acerca de lo que Dios hace con el pueblo que ama la autonomía carnal
y rechaza la verdad: “si alguno andando con espíritu de falsedad mintiere
diciendo: yo te profetizaré de vino y de sidra; este tal será el profeta de
este pueblo” (Miqueas 2.11). Esto concuerda con el carácter de José Luís
quien acorde con su doctrina de la no-existencia del pecado, declara con su
propia boca que apetece del licor, el cigarrillo y las drogas y las
extravagancias materiales y se exhibe en la televisión y el Internet sin
ninguna vergüenza disfrutando o hablando favorablemente de ellas.
¿Quieres tú que alguien así sea
tu profeta? Si no lo quieres te aconsejo dos
cosas: primero, aléjate de la influencia de ese hombre y de todos los
arrogantes como él. Segundo, no te conformes con ser parte de una
iglesia donde el evangelio no se predica de una manera seria, total
y bíblica o donde la predicación es superficial. Acuérdate que esa
es la causa por la que se amontonan maestros de fábulas (2 Tim.
4.3). Francamente, gran parte de la culpa de herejes como José Luís la
tienen los pastores infieles que se dedican a entretener y manipular a los
creyentes mediocres o que ocultan su ignorancia e incompetencia oprimiendo al
pueblo de Dios bajo un evangelio de legalismo e hipocresía.
Víctor B. García
Pastor
Iglesia Camino Nuevo
Pastor
Iglesia Camino Nuevo
EL ESTADO FISICO ACTUAL DE JOSE LUIS DE JESUS MIRANDA
José Luis de Jesús Miranda, el "Jesucristo Hombre", reapareció en
un vídeo enviando un mensaje a sus seguidores de "Creciendo en
Gracia".
Después de un largo tiempo de silencio, aparece
para agradecer a sus incautos seguidores por los regalos y "siembras" que le han hecho llegar por
motivo de su cumpleaños 67.
Es notable el cambio físico que muestra actualmente
en tan solo 10 meses desde que anunció su "transformación" en un cuerpo glorificado, pero
pareciera que los años han pasado muy rápidos para él.
Su voz se nota bastante resquebrajada, como si
tuviera algún inconveniente para expresarse correctamente, habla pausado como si tuviera
problemas para pronunciar las palabras.
Asegura a sus seguidores que se encuentra bien y
que pronto estará junto a ellos, les
pide que se preparen "antes que venga la transformación".
Las personas que han dejado su comentario en el
Facebook de AcontecerCristiano.Net, han llamado a José Luis de Jesús Miranda de
"blasfemo", "apóstata" y le piden arrepentirse para recibir el perdón de Dios,
además sugieren que podría estar padeciendo de alguna enfermedad. Usted qué
opina? AcontecerCristiano.Net
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