martes, 11 de junio de 2013

FUNDAMENTOS DE EVANGELISMO PERSONAL EFICAZ V

EL MINISTERIO DE JESÚS SIGUIÓ EL MISMO MODELO "DEL PATIO"

Por: Juan Alberto Galvá
Cuando uno lee los relatos de los evangelios sinópticos, Mateo, Marcos, Lucas, sin la debida atención, sin duda que uno fácilmente llega a creer que Jesús tenía un poder, no milagroso, sino mágico para atraer a las personas y para que estas dejaran de hacer todo cuanto estaban haciendo y de inmediato seguirle, sin ningún tipo de reflexión. Veamos un ejemplo de esto:
Mateo 4
12. Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;
13. y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,
14. para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
15. Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
Camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles;
16. El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
Y a los asentados en región de sombra de muerte,
Luz les resplandeció.
17. Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
18. Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
19. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
20. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.
21. Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, yJuan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.
22. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.

Como se puede ver, ninguno de los evangelistas nos da todos los datos del hecho, sino que, cada uno relata lo que le pareció más importante según el propósito para el cual escribió. Si nos guiáramos solo del relato de Mateo uno tendría la impresión de que, el magnetismo de Jesús era tal que conseguía que la gente tomara decisiones sin siquiera reflexionar, lo cual entraría en contradicción con las claras palabras del propio Maestro:

Lucas 14

25. Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:
26. Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
27. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
28. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
29. No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,
30. diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
31. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
32. Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.
33. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Para nada las declaraciones de Jesús en el pasaje anterior parecen venidas de un frenesí mental que hace que la gente tome decisiones sin pensar, muy por el contrario, parecen las sensatas palabras de alguien que emprenderá una peligrosa pero gratificante misión y quiere que ninguno de los que se entusiasmen a unirsele tengan una idea equivocada de lo que implica ese viaje. Para tener el cuadro completo que le da coherencia a la historia de Mateo 4:12-22 debemos auxiliarnos del relato del evangelio de Juan, pues allí hallamos lo siguiente:

Juan 1

29. El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
30. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.
31. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.
32. También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
33. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
34. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
35. El siguiente día otra vez estaba Juany dos de sus discípulos.
36. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.
37. Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.
38. Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?
39. Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.
40. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
41. Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
42. Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).
43. El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
44. Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro.
45. Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
46. Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.
47. Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
48. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
49. Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
50. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.
51. Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.

Es después de ver esta información organizada, que el llamamiento de Jesús a sus discípulos y la forma en que Jesús los reclutaba quedan claramente explicados.
Si se te pidiera explicar cuál método utilizó Jesús para añadir discípulos, ¿cual dirías tú que fue su estrategia?

Jesús al igual que Juan el Bautista no introdujo nada nuevo en la forma de ganar adherentes para su causa, ambos eran maestros de la palabra y simplemente se valieron de la forma establecida en que habitualmente los maestros se agenciaban seguidores, quizá la manera específica en que lo hicieron no se aplique hoy en todos los casos, pero los principios aplicados permanecen aun hoy día, veamos pues algunos de esos principios.

A-     Procure conseguir que las personas cercanas a usted sean de los primeros en enterarse de sus planes y propósitos evangelísticos.        
A ninguna persona será más fácil  hacerle una presentación del evangelio que a la gente que usted ya conoce y que de seguro, si le solicita tiempo, habrá de concedérselo.
B-    Empiece por sus familiares.          
La familia de Juan el bautista fue de seguro el primer pilar de su ministerio, durante años sus padres debieron haberle apoyado y alentado para que desarrollara su llamamiento y es de esperarse, que su familia inmediata; primos, tíos, y amigos cercanos fueran los primeros en enterarse de su mensaje.
Así mismo es obvio por la actitud de María, que Jesús ya había realizado manifestaciones del poder de Dios y de su propósito ministerial, porque de no ser así, no tendría explicación que le pidiera que obrara un milagro en las Bodas de Cana, si ella jamás le hubiera visto haciendo uno.
Y aunque es cierto que al principio, los hermanos de Jesús le adversaban, no es menos cierto que su ministerio no era un secreto para ellos, el rechazo se debió precisamente a eso, a que el intentó conquistarlos para su causa, aunque sin resultados positivos al principio.
B-      Procure mantener un buen testimonio entre las personas que le rodean.    
Es obvio que si ese no hubiera sido el caso tanto con Jesús como con Juan Bautista ellos no habrían podido hallar cabida en los corazones de las personas a su alrededor.
C-      Asegúrese de tener un mensaje conciso, claro, fundado firmemente en la Biblia y lleno del poder del Espíritu Santo
Recuerde que en Jesús y Juan Bautista había una gracia especial, ir donde la gente que te conoce es solo el primer paso, pero, por supuesto, tienes que tener algo que decir, y debes saber cómo decirlo, debes creer el mensaje del que estás hablando y si tu mensaje habla de cambio, alegría y felicidad, tu estas obligado a reflejar con tu vida el contenido del mensaje que compartes, porque de no ser así, la gente notará que hay inconsistencia entre ti y tu mensaje y por su puesto el resultado no podrá ser bueno.

Por último, recuerda: ciertamente el resultado de nuestra predicación depende de la acción del Espíritu Santo en las vidas. Ahora bien, Dios ha escogido lograr que las vidas vengan a El mediante nuestro pregón, debemos salir a predicar teniendo en mente que Dios nos usará para que las almas vengan a Él, debemos desearlo, anhelarlo y sentirnos regocijados cuando vengan y auto examinarnos cuando no lo hagan.

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